El siguiente artículo es parte de la iniciativa Spanish Friday que promueve el blogueo en español.
Artículos en la serie Como agua para chocolate:
• Parte 1 | Como agua para chocolate: Un dicho mexicano hecho novela
• Parte 2 | Como agua para chocolate: ¿Qué es realismo mágico?
• Parte 3 | 8 ejemplos de realismo mágico en “Como agua para chocolate”
Este es el tercer y último artículo de la serie sobre la novela Como agua para chocolate de Laura Esquivel. En el primer artículo mencioné que:
“‘Como agua para chocolate’ es un popular dicho mexicano que significa estar molesto o muy furioso. El mismo compara el estado en el cual tiene que estar el agua -hirviendo- para preparar chocolate. Este dicho es el que da el título a la primera novela de Laura Esquivel, quien utiliza el realismo mágico para presentarnos la historia de Tita, una personaje que tiene razones de sobra para literalmente estar como agua para chocolate.”
¿Quieres saber las razones por las que Tita está como agua para chocolate? Aquí te presento un corto resumen y luego cómo la autora utiliza el maravilloso realismo mágico en esta novela.
Resumen de la novela Como agua para chocolate
La novela Como agua para chocolate es narrada por la tercera generación de los personajes. Comienza alrededor del año 1893 y continúa durante la Revolución Mexicana (1910-1920) hasta 1934. Tita es la protagonista, la menor de tres hermanas que debe continuar con la antigua tradición familiar de cuidar a su madre hasta que muera. Esto significa que no puede casarse ni tener hijos.
“Sabes muy bien que por ser la más chica de las mujeres a ti te corresponde cuidarme (a su madre) hasta el día de mi muerte”
El día en que Pedro Muzquiz y su padre van a hacer la petición de mano, su madre Mamá Elena, para continuar esta tradición, pone a disposición a su hija mayor Rosaura. Luego de un tiempo la boda se realiza y de castigo Mamá Elena le encomienda a Tita realizar el banquete. Con esta boda Pedro realiza su sueño, estar cerca de su verdadero amor, Tita.
Debido al peligroso parto que tuvo Rosaura como primeriza y con tal de mantener alejados a Pedro y a Tita, Mamá Elena arregla que la pareja y su recién nacido se muden a Texas. Con la sorpresiva muerte del niño, Tita queda desquiciada y el doctor John Brown, médico de la familia, se la lleva a su casa.
Cuando Mamá Elena queda seriamente herida a causa de los revolucionarios, Tita regresa al rancho. Luego de morir y a pesar de estar comprometida en matrimonio con el doctor Brown, tiene un intenso encuentro amoroso con Pedro, por esta razón la boda no se realiza.
Con la muerte de Rosaura y la unión entre Esperanza, la hija única de Rosaura, y Alex Brown, Pedro y Tita quedan solos en el rancho. Entre recetas, tradiciones y remedios caseros llega a su fin esta historia de amor donde después de veintidós años pueden manifestarse libremente, hasta que el “fuego” de la fuerte emoción les causa la muerte.
Laura Esquivel utiliza la técnica de retrospección en su novela. La misma es narrada por la hija de la sobrina de Tita (o la nieta de su hermana Rosaura). Por tal razón los sucesos que narra no están ordenados cronológicamente. Con cada receta nos hace historias del pasado y presente de Tita, Pedro, Mamá Elena, Gertrudis, Rosaura, etc. A esta característica se le conoce como el tiempo mágico.
8 ejemplos de realismo mágico en la novela Como agua para chocolate
A continuación 8 ejemplos de realismo mágico en la novela Como agua para chocolate. Para saber más sobre las características del realismo mágico, puedes leer mi artículo ¿Qué es realismo mágico?
1. Al comenzar la novela, Laura Esquivel nos narra que cuando Mamá Elena se encontraba picando cebolla, Tita lloró con tal fuerza en su vientre que fue expulsada al mundo por una gran cantidad de lágrimas. La criatura lloraba dentro de su madre por el efecto de la cebolla pero probablemente también presentía su destino. El destino que no le permitiría casarse ni tener hijos.
De esta manera se presenta una realidad que se integra o describe como mágica. Un hecho tan natural como romper fuente con el realismo mágico se transforma completamente sin que se justifique lógicamente.
“Dicen que Tita era tan sensible a la cebolla que desde que estaba en el vientre de mi bisabuela (Mamá Elena) lloraba y lloraba cuando ésta picaba cebolla; su llanto era tan fuerte que Nacha, la cocinera de la casa, que era medio sorda, la escuchaba sin esforzarse. Un día los sollozos fueron tan fuertes que provocaron que el parto se adelantara. …Contaba Nacha que Tita fue literalmente empujada a este mundo por un torrente impresionante de lágrimas que se desbordaron sobre la mesa y el piso de la cocina. En la tarde, ya cuando el susto había pasado y el agua, gracias a los efectos de los rayos del sol, se había evaporado, Nacha barrió el residuo de las lágrimas que había quedado sobre la loseta roja que cubría el piso. Con esta sal rellenó un costal de cinco kilos…”
2. Por la muerte de su esposo, a Mamá Elena se le secó la leche y no pudo alimentar más a su bebé. Por tal razón Nacha le preparaba a Tita un té especial en la cocina, de esta forma la niña desarrolló un gran amor por los guisos, el cual más adelante descubrirá al confeccionar sus recetas.
De una forma inexplicable los platillos que Tita cocinaba quedaban impregnados de las emociones que sentía y de esta manera llegaban a quienes los ingerían. Si se encontraba triste, como la ocasión en que por castigo Mamá Elena le ordenó hacer el banquete de bodas de su hermana que se casaba con el hombre que ella amaba, o si se sentía feliz, como cuando Pedro le regaló unas rosas, los que comieran también experimentaban los mismos sentimientos.
Los fenómenos del realismo mágico intervienen durante el relato. En la novela cada persona que consumía lo que Tita preparaba era contagiado con sus sentimientos. Por supuesto, estos fenómenos culinarios no eran explicados científicamente sino que se emplean los llamados “agentes misteriosos”. Estos “agentes misteriosos” como a continuación se presentan son las lágrimas y la sangre que derrama Tita al confeccionar sus recetas.
“Tita nunca la pudo convencer (a su madre) de que el único elemento extraño en él (bizcocho de bodas) fueron las lágrimas que derramó al preparalo. …el llanto fue el primer síntoma de una intoxicación rara que tenía algo que ver con una gran melancolía y frustración que hizo presa de todos los invitados y los hizo terminar en el patio, los corrales y los baños añorando cada uno el amor de su vida. …sólo algunos llegaron a tiempo a los baños; los que no, participaron de la vomitona colectiva que se organizó en pleno patio.”
“Pedro, tratando de ayudarla a salir adelante (a Tita), pensó que sería un buen cumplido llevarle un ramo de rosas… Mamá Elena, con sólo una mirada, le ordenó a Tita salir de la sala y deshacerse de las rosas. Tita apretaba las rosas con tal fuerza contra su pecho que, cuando llegó a la cocina, las rosas, que en un principio eran de color rosado, ya se habían vuelto rojas por la sangre de las manos y el pecho… Lo único que tenía en ese momento eran codornices, así que decidió alterar ligeramente la receta, con tal de utilizar las flores. …Tal parecía que en un extraño fenómeno de alquimia su ser se había disuelto en la salsa de las rosas, en el cuerpo de las codornices, en el vino y en cada uno de los olores de la comida. Parecía que habían descubierto un código nuevo de comunicación en el que Tita era la emisora, Pedro el receptor y Gertrudis la afortunada en quien se sintetizaba esta singular relación sexual, a través de la comida.”
Gertrudis, la otra hermana de Tita, al probar la receta que había preparado, sintió un calor inmenso que la obligó a tomar una ducha. A la misma vez despedía un olor a rosas que hizo que un militar fuera a buscarla y se la llevara desnuda mientras hacían el amor en el caballo. De esta forma Gertrudis representa a la mujer “angelical e infernal”, pues su virginal cuerpo choca con la pasión del impulso. También muestra el deseo frustrado entre Tita y Pedro, que por rectitud no hicieron lo mismo.
3. Cuando Rosaura dio a luz a su hijo, quedó sin leche al igual que su madre. La desesperación que Tita sufría al ver que su sobrino no comía hizo que sus vírgenes pechos echaran leche. De esta forma y a escondidas de su madre Tita alimentaba a Roberto.
“El niño se pescó del pezón con desesperación y succionó y succionó, con fuerza tan descomunal que logró sacarle leche a Tita.”
Las recetas eran su forma de desahogarse, al igual que tejer su colcha en las noches de insomnio. Pues las órdenes y el fuerte carácter de su madre no le permitían expresar lo que sentía. Siempre tenía que lucir serena y no pudo llorar siquiera la muerte de su sobrino, Roberto. Esta muerte fue “la gota que colmó la copa”. Desafiando las órdenes de su madre, Tita subió al palomar y ahí se quedó “como loca”. El doctor John Brown, médico de la familia, se la llevó a su casa donde tiernamente la curó y le declaró su amor.
4. Una de las características del realismo mágico es la que Fernando Alegría nos indica. El autor chileno manifiesta que el realismo mágico se nutre de los sucesos históricos. La novela se desarrolla en plena Revolución Mexicana (1910-1920), que mantiene en tensión a nuestros protagonistas e influye en el desarrollo de la acción. A consecuencia de la Revolución Pedro no puede llegar a tiempo con en el doctor Brown para atender el primer parto de Rosaura, la nodriza que alimentaba al bebé muere de una bala perdida, muere Mamá Elena y en dos ocasiones los revolucionarios saquean el rancho.
5. Tita regresó al rancho al enterarse que los revolucionarios habían violado a Chencha y golpearon a Mamá Elena dejándola parapléjica. Con el tiempo Mamá Elena muere; por fin había desaparecido el mayor obstáculo del amor entre Tita y Pedro. Pero anteriormente nuestra cocinera había aceptado casarse con John y a pesar de la muerte de su madre deseaba continuar adelante con sus planes. La misma noche en que el doctor Brown pidió la mano de Tita, esta fue sorprendida por Pedro en el cuarto obscuro. Allí tuvieron un fogoso encuentro amoroso que Rosaura y Chencha confundieron con el fantasma de Mamá Elena.
“Al cruzar por la ventana vio salir del cuarto obscuro un resplandor extraño. Volutas fosforescentes se elevaban hacia el cielo como delicadas luces de bengala. «¡Pos de qué’a de ser, no ve que se trata del fantasma de la dijunta! ¡La probe algo’a de andar pagando!»”
6. Extraños sucesos sobrenaturales seguían ocurriendo en el rancho y en esta ocasión la única testigo era Tita. El haberse acostado con Pedro enfureció tanto a Mamá Elena que aunque estuviera muerta se encontraba con Tita en varias ocasiones para reprocharla y maldecirla. Pero llegó un momento en que Tita no aguantó más y con unas “palabras mágicas” hizo desvanecer por completo el fantasma de su madre que tanto la molestaba.
“Mamá Elena entró furiosa a la habitación y le dijo:
-Pedro y tú son unos desvergonzados. Si no quieres que la sangre corra en esta casa, vete a donde no puedas hacerle daño a nadie, antes de que sea demasiado tarde.
-La que se debería ir es usted.
-No lo voy a hacer hasta que te comportes como una mujer de bien, ¡o sea decentemente!
-¿Qué es comportarse decentemente? ¿Cómo usted lo hacía?
-Sí.
-¡Pues eso es lo que hago! ¿O no tuvo usted una hija ilícitamente?
-¡Te vas a condenar por hablarme así!
-¡No más de lo que usted está! …¡la odio, siempre la odié!
Tita pronunció las palabras mágicas para hacer desaparecer a Mamá Elena para siempre.”
7. La fe es uno de los elementos más importantes que componen la literatura mágico realista. Como se menciona en el artículo anterior, la fe es la confianza que nos permite creer. Tita tenía mucha fe en Nacha, la cocinera que la ayudaba dictándole consejos, recetas y remedios caseros al oído aún después de muerta.
“Tita, arrodillada frente a Rosaura, con gran desesperación pidió a Nacha que la iluminara en estos momentos. ¡Si era posible que le dictara algunas recetas de cocina, también era posible que le ayudara en este difícil trance! …Después, siguiendo las instrucciones que Nacha le daba al oído, supo perfectamente todos los pasos que tenía que seguir…”
En la situación anterior, Tita, como si fuera una nodriza de profesión, atiende el parto de su hermana gracias a la fe que tiene en Nacha. Gracias ella pudo salvar a su hermana y la criatura recién nacida.
8. El mito juega un papel muy importante en esta novela de Laura Esquivel. Tita aprende del doctor Brown un mito que su abuela, una india kikapú llamada “Luz del amanecer”, compartió con él. Ella decía que cada persona nace con una caja de fósforos en su interior y con la ayuda de la persona amada (detonador) poco a poco se enciende un fósforo. Pero había que tener cuidado con las emociones fuertes porque podían causar la muerte como le ocurrió a Tita y a Pedro cuando al fin pudieron estar a solas y realizar su amor sin temor al “¿qué dirán?”.
“«Si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos los cerillos que llevamos en nuestro interior de un solo golpe, se produce un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte»”
Desde que en 1989 se publicó Como agua para chocolate el mundo entero cuentan con un gran pedazo de Latinoamérica. Pues Laura Esquivel ha sabido cómo transmitir parte de nuestra cultura a través de su novela.
Es impresionante ver como cada personaje tiene una peculiaridad especial que lo distingue de los demás representando un tema. Por ejemplo, Tita representa el amor, Rosaura la resistencia al cambio, Gertrudis el valor y el doctor Brown la ternura.
Sin duda alguna Laura Esquivel es una maestra como escritora. Utiliza el realismo mágico y lo enmarca en un cuadro culinario con tradiciones y remedios caseros. Emplea un vocabulario sencillo que mantiene la atención del lector al igual que las interesantes historias de cada personaje. Algunas de éstas son jocosas, tristes y hasta crueles.
Definitivamente Esquivel impregna su novela de las peculiaridades del realismo mágico desde la primera hasta la última página. Sigue sus patrones y características aunque ella misma afirme que “no lo veo como realismo mágico”.
Como agua para chocolate es una novela hecha para aprender, mejor que un libro de texto, por lo peculiar de sus situaciones que encierran un pequeño misterio de lo que conocemos como realismo mágico.
Este artículo concluye la primera serie de Spanish Friday. Pendientes a las próximas series de esta iniciativa donde exploraremos la autobiografía de Esmeralda Santiago Cuando era puertorriqueña y la tira cómica Mafalda.
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